15.1.11

El paseo del Salón.


 
En las cercanías donde confluyen los ríos Genil y Darro se encuentra los Paseos del Salón y de la Bomba. Antiguamente, estas avenidas constituían el límite de la ciudad llana hacia el Sureste.Su amplia extensión se debe tanto a la necesidad de encauzar el río para evitar sus avenidas como a la de crear una zona de tranquilo esparcimiento para que los paseantes disfruten de una interesante panorámica.. Pero fue a partir del siglo XIX cuando el Salón comenzó a configurarse de manera definitiva con aquélla doble finalidad, gracias al impulso transformador del general Sebastiani. Fue entonces cuando se amplió la pequeña acera inicialmente reservada al tránsito en el área, estrechando el cauce y ampliando el terreno dedicado a las personas y a los álamos 



Junto al río, ya desbordado con amplitud por las nuevas construcciones que han extendido la ciudad más allá, se erigieron una Biblioteca Pública en 1917 un monumento al duque de San Pedro de Galatino en 1923 promovido por el Centro Artístico  y la estación del ferrocarril eléctrico hacia Sierra Nevada al final de los jardines, adecentados en la década de 1980 al igual que el quisco de la música (situado en alto, rodeado por una artística barandilla y abierto por ocho columnillas de fundición que sostienen un sencillo tejado de madera con adornos de hierro)






Y la iglesia de los Basilios vista desde el Salón.Los margenes del río han sido dotados ya de un
muro o dique de contención,pero desde allí se extendían las alamedas anteriormente citadas y huertas de la zona sur de la ciudad y la vega.











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